LA TERNURA
a mis nietos Mateo y Marcos
La ternura desciende en perfecta liviandad hacia el confín de mi espacio
masa compacta, que en fervoroso ardor, florece en luz.
Obsidiana insondable que se expande en mi caja toráxica
haciéndome carne.
Virtud fehaciente, que brota en el ángulo perfecto del amor
y se sostiene delicadamente, con gozo y plenitud
en la columna de mi cuerpo.
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