La tierra te abraza,Julen,
absorviendo tu inocencia.
Jungla infinita que te ha
inhalado en honda bocanada hasta el fondo.
Te ha libado hasta la última fisura de grieta mineral,
calando el hueso débil.
Una legión de aves giran en nosotros rompiéndonos el pecho,
arrinconándonos el corazón.
Sal al aire Julen,
vuelve a contemplar el mundo que estalla sin tí,
regresa a esta vida indescifrable,
no nos dejes cubiertos de orfandad.
Ana Valdés-Miranda
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