DONDE
de ese tiempo azul bajo las lluvias,
en que el arco iris lució sus amplias gamas
Donde están esos lirios que adornaron los labios
propiciando luz bajo este cielo plomizo?
Donde se instaló
la piedad infinita de tantos paisajes?
Que hicimos para que fuéramos dejando la terneza a un lado
y se hiciera una hernia rota?
Hacia donde partió esa efusión de cálida abundancia
que me hizo adicta a tu sexo complaciente,
pacientemente inundado.
Donde fue esa espiral eterna,
eternamente, siempre,
goteando aguas sobre tu cuerpo de maleza gris
que aún huele a patria contenida.
Los años han ido moldeando la forma oceánica del viento
girando en mil direcciones
y de repente la vida nos hace nadar contracorriente.
Hemos pisado los caracoles de la tierra
buscando el clamor infinito,
resbalando y ardiendo en la penumbra
sin saber que un día acabaría nuestro tiempo.
La oración es la lucha
y aquí me hallo
cubierta por esta urdimbre de hilos finos,
ante una enorme ventana,
inmenso rectángulo de color blanquecino con rejas,
mientras el reloj de arena
espera
que llamen a mi puerta
y me conjugue otra vez isla.
Ana
1 comentario:
Isla serás, e isla enamorada...
Qué magnífico poema. “Donde” tiene toda la fuerza del Caribe furioso y toda la ternura del cinturón caliente de la Tierra.
Verdaderamente hermoso y conmovedor.
Sigue escribiendo así, y vuelve a oficiar en la esperanza: es lo único que merece la pena en la vida. Jose Leon Cano
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